domingo, 21 de noviembre de 2010

jueves, 21 de octubre de 2010

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Se vienen los 50 años del jardín


Queridos amigos estamos muy cerca, el sábado 6 de noviembre a las 17,30 hs haremos el Acto Académico de los 50 años del Jardín de Infantes 902- "Ricardo María Gutierrez " de Villa Iris partido de Puán en la Provincia de Buenos Aires, y culminará con un gran asadito.

"Feliz Cumple Jardincito"

viernes, 1 de octubre de 2010



EL PERRO DE ROMAN

El perro de Román
Comía huesos en
El zaguán
Y Román lo corría
Con la chancleta
De su tía.
Laujo.

EN LA HUERTA


Roberto tiene un huerto
Lleno de ricas verduras

Hay espinacas, lechugas
Y tomates colorados
Que el espantapájaros
Risueño vigila con cuidado,

Espantando cuervos, gorriones y
Chingolos meteretes,
Que picotean gustosos
Los tomates regordetes
Y Roberto con esfuerzo
Escardillo, pala y rastrillo
Cuida a diario su quintita
Que está muy bonita.
Laujo

EN LA HUERTA


Roberto tiene un huerto
Lleno de ricas verduras
Hay espinacas, lechugas
Y tomates colorados
Que el espantapájaros
Risueño vigila con cuidado,
Espantando cuervos, gorriones y
Chingolos meteretes,
Que picotean gustosos
Los tomates regordetes
Y Roberto con esfuerzo
Escardillo, pala y rastrillo
Cuida a diario su quintita
Que está muy bonita.
Laujo

miércoles, 7 de julio de 2010



El caldén mágico
Hace unos dias, Luisito paseaba por el campo y de repente se encontró un caldén con un gran cartel que decía: soy un árbol encantado, si dices las palabras mágicas, lo verás.
Luisito probó con abracadabra, chufa, re chufa , tan-ta-ta-chán, y muchos otros hechizos, pero nada. Rendido, se arrodilló suplicando, diciendo: "¡¡por favor, arbolito!!", y entonces, se abrió una gran puerta en el árbol. Todo estaba oscuro, menos un cartel que decía: "sigue haciendo magia". Entonces Luisito dijo "¡¡Gracias, arbolito!!", y se encendió dentro del árbol una luz que alumbraba un camino hacia una gran montaña de juguetes , chocolates, panes, tortas, leche chocolatada. Y otras dulzuras.
Luisito salió rapidamente a buscar a todos sus amigos a aquel árbol y organizaron la mejor fiesta del mundo, y por eso se dice siempre que "por favor" y "gracias", son las palabras mágicas como siempre me dice la Seño Laura.

Una mamá muy perruna


“Una mamá muy perruna”



Había una vez…. No, mejor así… En la casa de Martina, no, no… haa… ya sé como empieza… Les cuento que tengo en mi casa una perrita que se llama Osina y es tan cariñosa, tan dulce como los chupetines que me gustan, y un día fue mamá, tuvo un montón de hijitos, peluditos y suaves como peluches. Osina los cuidaba mucho, todo el tiempo los estaba limpiando con su lengua, pero, un día uno de los perritos , que era algo travieso, se escapó, se fue corriendo, corriendo sin saber adonde, o mejor dicho me parece que si sabía adonde quería ir, en realidad el quería jugar con las mariposas , las flores, correr detrás de todos los bichitos y cuanta cosa volaba con el viento, sin importarle por donde pasaba, así fue que , cuando ya era muy tarde, de noche, se acordó de su mamá y los hermanitos. Mientras tanto Osina estaba muy triste porque se dio cuenta que faltaba uno de sus hijitos, después de buscarlo por todos lados en la casa , y cuando estaba empezando a ponerse muy nerviosa, tocaron el timbre en la puerta… y con asombro mi mamá se encontró con una de mis amigas, que traía en el brazo al perrito todo acurrucadito y temblando de frío y muy , pero muy sucio, era una gran mancha de color marrón, lo llevamos con Osina, que a pesar de que estaba tan sucio y maloliente , movía su cola con tanta alegría, sin importarle nada más, ya tenia de nuevo a todos sus perritos.
Con la ayuda de mi amiga Carla, que lo trajo, lo bañamos y lo llevamos con su mamá , que por supuesto le había perdonado la travesura.

Autora:MaryC


“Una mamá muy perruna”



Había una vez…. No, mejor así… En la casa de Martina, no, no… haa… ya sé como empieza… Les cuento que tengo en mi casa una perrita que se llama Osina y es tan cariñosa, tan dulce como los chupetines que me gustan, y un día fue mamá, tuvo un montón de hijitos, peluditos y suaves como peluches. Osina los cuidaba mucho, todo el tiempo los estaba limpiando con su lengua, pero, un día uno de los perritos , que era algo travieso, se escapó, se fue corriendo, corriendo sin saber adonde, o mejor dicho me parece que si sabía adonde quería ir, en realidad el quería jugar con las mariposas , las flores, correr detrás de todos los bichitos y cuanta cosa volaba con el viento, sin importarle por donde pasaba, así fue que , cuando ya era muy tarde, de noche, se acordó de su mamá y los hermanitos. Mientras tanto Osina estaba muy triste porque se dio cuenta que faltaba uno de sus hijitos, después de buscarlo por todos lados en la casa , y cuando estaba empezando a ponerse muy nerviosa, tocaron el timbre en la puerta… y con asombro mi mamá se encontró con una de mis amigas, que traía en el brazo al perrito todo acurrucadito y temblando de frío y muy , pero muy sucio, era una gran mancha de color marrón, lo llevamos con Osina, que a pesar de que estaba tan sucio y maloliente , movía su cola con tanta alegría, sin importarle nada más, ya tenia de nuevo a todos sus perritos.
Con la ayuda de mi amiga Carla, que lo trajo, lo bañamos y lo llevamos con su mamá , que por supuesto le había perdonado la travesura.

MaryC

miércoles, 30 de junio de 2010

Una noche iluminada



*El Pato Renato
Se fue por un rato
Saltando charquitos
Con su amigo el chanchito
*Se asomó la luna un poquito
Al verlos saltar charquitos.
*Los miraba de reojo
Como saltaban los charcos
Al chancho y al pato
Con anteojos.
*Iluminó su camino
Con destellos dorados
El pato fue a la laguna
El chancho quedó parado
.
*Al rato volvieron al camino
El chancho a su chiquero
El patito a su nido.
*y la luna lunita sola solita
se quedó, iluminándolo todo
con su resplandor.
Laujo

En el gallinero


La gallina Dorotea
Pasea por el gallinero

Vigilando con cuidado
A pollos y pollitos.
Su marido Don gallo
Observa desde lo alto

A la gallina y los pollitos
Pasear por un ratito.
Laujo.

Noche

La luna y las estrellas
Se fueron a pasear
Alrededor de los planetas
Varias vueltas
Van a dar
Y cuando salga el sol
Se irán a descansar.
Laujo

VAMOS DE COMPRAS

-El canario y el jilguero
Compran alpiste ligero
.
-Doña oruga y Don oso
Compran queso mantecoso
.
-El sapo que es muy limpito,
Unos cuantos jaboncitos.
-Un par de lechuzas
Compran fresca merluza
.
-El pato Renato
Compra un par de zapatos
Y para sus patitos
Otros verdes con moñitos.
-La paloma mensajera,
Es una buena cajera

Y lo mejor del mercado
Es que todo es regalado
.
Laujo.

lunes, 28 de junio de 2010

Poesias


VAMOS DE COMPRAS

-El canario y el jilguero
Compran alpiste ligero.
-Doña oruga y Don oso
Compran queso mantecoso.
-El sapo que es muy limpito,
Unos cuantos jaboncitos.
-Un par de lechuzas
Compran fresca merluza.
-El pato Renato
Compra un par de zapatos
Y para sus patitos
Otros verdes con moñitos.
-La paloma mensajera,
Es una buena cajera
Y lo mejor del mercado
Es que todo es regalado.
Laujo.

viernes, 25 de junio de 2010

Caperucita Roja - La versión del Lobo

(Autor Anónimo)
El bosque era mi hogar. Yo vivía allí y me gustaba mucho. Siempre trataba de mantenerlo ordenado y limpio.
Un día soleado, mientras estaba recogiendo las basuras dejadas por unos turistas sentí pasos. Me escondí detrás de un árbol y vi venir una niña vestida en una forma muy divertida: toda de rojo y su cabeza cubierta, como si no quisieran que la vean. Andaba feliz y comenzó a cortar las flores de nuestro bosque, sin pedir permiso a nadie, quizás ni se le ocurrió que estas flores no le pertenecían. Naturalmente, me puse a investigar. Le pregunte quien era, de donde venia, a donde iba, a lo que ella me contesto, cantando y bailando, que iba a casa de su abuelita con una canasta para el almuerzo.
Me pareció una persona honesta, pero estaba en mi bosque cortando flores. De repente, sin ningún remordimiento, mató a un mosquito que volaba libremente, pues también el bosque era para el. Así que decidí darle una lección y enseñarle lo serio que es meterse en el bosque sin anunciarse antes y comenzar a maltratar a sus habitantes.
La dejé seguir su camino y corrí a la casa de la abuelita. Cuando llegue me abrió la puerta una simpática viejecita, le expliqué la situación. Y ella estuvo de acuerdo en que su nieta merecía una lección. La abuelita aceptó permanecer fuera de la vista hasta que yo la llamara y se escondió debajo de la cama.
Cuando llegó la niña la invite a entrar al dormitorio donde yo estaba acostado vestido con la ropa de la abuelita. La niña llegó sonrojada, y me dijo algo desagradable acerca de mis grandes orejas. He sido insultado antes, así que traté de ser amable y le dije que mis grandes orejas eran par oírla mejor.
Ahora bien me agradaba la niña y traté de prestarle atención, pero ella hizo otra observación insultante acerca de mis ojos saltones. Ustedes comprenderán que empecé a sentirme enojado. La niña tenía bonita apariencia pero empezaba a serme antipática. Sin embargo pensé que debía poner la otra mejilla y le dije que mis ojos me ayudaban para verla mejor. Pero su siguiente insulto sí me encolerizo. Siempre he tenido problemas con mis grandes y feos dientes y esa niña hizo un comentario realmente grosero.
Se que debí haberme controlado pero salté de la cama y le gruñí, enseñándole toda mi dentadura y diciéndole que eran así de grande para comerla mejor. Ahora, piensen Uds.: ningún lobo puede comerse a una niña. Todo el mundo lo sabe. Pero esa niña empezó a correr por toda la habitación gritando y yo corría atrás de ella tratando de calmarla. Como tenía puesta la ropa de la abuelita y me molestaba para correr, me la quité pero fue mucho peor. La niña gritó aun más. De repente la puerta se abrió y apareció un leñador con un hacha enorme y afilada. Yo lo mire y comprendí que corría peligro así que salté por la ventana y escapé.
Me gustaría decirles que este es el final del cuento, pero desgraciadamente no es así. La abuelita jamás contó mi parte de la historia y no pasó mucho tiempo sin que se corriera la voz que yo era un lobo malo y peligroso. Todo el mundo comenzó a evitarme.
No se que le pasaría a esa niña antipática y vestida en forma tan rara, pero si les puedo decir que yo nunca pude contar mi versión. Ahora Ustedes ya lo saben.